Puerta sagrada al corazón de ME XHIC CO


El bosque se sentía como encantado pero no vació. Había alguien allí y no cualquier persona. La sensación era la de estar en la cercanía de un templo, de un lugar sagrado más allá de lo inimaginable. El bosque constituía la puerta de entrada al punto geográfico que representa para estos tiempos el corazón mismo de México.